En el ejercicio del periodismo, la búsqueda de la verdad y la transparencia se erigen como pilares fundamentales. Sin embargo, cuando las autoridades del poder de un pueblo niegan el acceso a la información, el periodista se enfrenta a un dilema ético y profesional que puede generar una profunda frustración.

Desde una perspectiva filosófica, esta situación puede ser analizada a través de varias corrientes de pensamiento. El existencialismo, por ejemplo, nos invita a considerar la angustia y la desesperación que siente el periodista como una manifestación de su lucha por encontrar sentido en su labor. Jean-Paul Sartre argumentaba que la libertad y la responsabilidad son inseparables, y en este contexto, el periodista se ve atrapado en una paradoja: es libre de buscar la verdad, pero se encuentra limitado por las barreras impuestas por el poder.

Por otro lado, desde el punto de vista del utilitarismo, podríamos evaluar las acciones de las autoridades y su impacto en el bienestar general. John Stuart Mill sostenía que las acciones son correctas en la medida en que promueven la felicidad y el bienestar de la mayoría. La negativa a proporcionar información no solo afecta al periodista, sino también a la comunidad que depende de una prensa libre y transparente para tomar decisiones informadas.

La teoría de la justicia de John Rawls también ofrece una lente interesante para examinar esta situación. Rawls proponía que las instituciones deben ser diseñadas para garantizar la equidad y la justicia para todos. La falta de acceso a la información puede ser vista como una violación de estos principios, ya que impide al periodista cumplir con su deber de informar al público y, por ende, socava la justicia y la equidad en la sociedad.

Finalmente, desde una perspectiva aristotélica, podríamos considerar la virtud de la veracidad. Aristóteles sostenía que la virtud reside en el equilibrio y la moderación. Para el periodista, la veracidad es una virtud esencial, y la frustración que siente al no poder ejercerla plenamente refleja un desequilibrio en su práctica profesional.

En conclusión, la situación del periodista que se siente frustrado por la falta de acceso a las notas periodísticas de las autoridades del poder ejecutivo de su pueblo es un reflejo de las tensiones entre la libertad, la justicia y la búsqueda de la verdad. Esta frustración no solo es una experiencia personal, sino también un síntoma de un problema más amplio que afecta a la sociedad en su conjunto. La filosofía nos ofrece herramientas para entender y abordar estas tensiones, y nos recuerda la importancia de luchar por una prensa libre y justa como fundamento de una sociedad democrática.

Qué ganan y qué pierden las autoridades al negar notas periodísticas. Negar notas periodísticas puede tener implicaciones significativas tanto para las autoridades como para la comunidad. Por un lado, las autoridades pueden ganar un control temporal sobre la narrativa pública, evitando la difusión de información que podría ser perjudicial para su imagen o sus políticas. Este control puede permitirles manejar situaciones delicadas con mayor discreción y evitar el escrutinio inmediato.

Sin embargo, esta estrategia también conlleva pérdidas importantes. Al restringir el acceso a la información, las autoridades pueden perder la confianza y la credibilidad de la comunidad. La transparencia es un componente crucial de la gobernanza democrática, y su ausencia puede generar sospechas y desconfianza entre los ciudadanos. Además, la falta de comunicación abierta puede obstaculizar la participación ciudadana y el debate público, elementos esenciales para una sociedad saludable y democrática.

En conclusión, la situación del periodista que se siente frustrado por la falta de acceso a las notas periodísticas de las autoridades del poder de su pueblo es un reflejo de las tensiones entre la libertad, la justicia y la búsqueda de la verdad. Esta frustración no solo es una experiencia personal, sino también un síntoma de un problema más amplio que afecta a la sociedad en su conjunto. La filosofía nos ofrece herramientas para entender y abordar estas tensiones, y nos recuerda la importancia de luchar por una prensa libre y justa como fundamento de una sociedad democrática.

Por Carlos Luraschi. Locutor Nacional (COMFER 3703). Periodista (Esc. Cristiana de Comunicación Social).