Nada de todo lo que leerán a continuación, hubiera sido posible si Luis “el Indio Mayol” y Memo Galassi no se cruzaban en La Cueva de Monte Hermoso durante la temporada de verano 1973/74, para dar inicio a una troupe de músicos de Punta Alta y Bahía Blanca, primero con Iguana y luego con Horus, bandas que posibilitaron el recital que hoy está cumpliendo medio siglo.

Para situarnos en este mojón rockero debemos trasladarnos al 29 de abril de 1974, al escenario improvisado en el recién inaugurado Colegio Nacional donde debutaron Alacrán, con Vinchuca (guitarra y voz), Roberto Reina (guitarra), Cuchu Santa María (batería) y Rubén Ferrari (bajo) y los Iguana, banda conformada por Memo Galassi (bajo), Jack Castillo (batería), Víctor Volpe (piano) y Luis Mayol (guitarra y voz).

Iguana: Memo Galassi (bajo), Jack Castillo (batería), Víctor Volpe (piano) y Luis Mayol (guitarra y voz). De fondo aparece Willy Olguín, el gran poeta, rockero y orquestador de movidas rockeras en Punta Alta.

Alacran.

Sobre aquel recital, el recordado Vinchuca González comentó: “Fue algo grandioso, nunca antes se había realizado algo semejante con dos grupos y tantísima gente”. En tanto Memo Galassi, que tocaba el bajo en Iguana, rememoró: “A fines del 73 nos conocimos con el Indio en La Cueva de Monte Hermoso y empezamos a zapar blues; al tiempito me invitó a Punta Alta y conocí a Víctor Volpe. Yo llevé al baterista Jack Castillo y recuerdo que ensayábamos en la casa de Víctor donde había un piano. Así se formó Iguana y después Horus, rock progresivo con temas que duraban hasta treinta minutos”. Y agregó: “Con Iguana tocamos en el Colegio Nacional junto con Alacrán, un hecho que recordamos hace algunos años en España con Cuchu y él no se acordaba que antes del reci, se había izado la bandera con él de fondo tocando un compás marcial con el redoblante entre las rodillas. Ese recital estuvo muy bueno, fue público de Bahía y muchísimo de Punta Alta. También iba muy seguido a la Caja de Crédito, a las zapadas que se armaban con Víctor Volpe, Cacho Miranda y Pinky Fernández, entre otros, siempre rodeado de amigos del rock”.

De izquierda a derecha aparecen: Ruben Ferrari, Willy Olguìn y el Ruso Mayer.

De izquierda a derecha aparecen: Ruben Ferrari, Memo Microcirco Galassi, Pepe Ortega Jrs, Chicho Torrillas y Willy Olguín.

Cabe señalar que, bajo el nombre de Iguana, tocaron solo para la fecha en cuestión, teniendo en cuenta que al próximo show ya eran Horus, colectivo de rock progresivo al que se sumaron Drácula Gerber (saxo tenor) y José María Arens (flauta y guitarra).

Muchos todavía recuerdan que los volantes de difusión de ese hermoso rejunte rockero entre Punta Alta y Bahía Blanca estaban mal hechos, decían “Alacrán y Iguana”, pero no importó demasiado. Los había mandado a hacer Willy Olguín, el poeta hippie, melómano y amigo de todo el movimiento rock local quien también oficiaba de mánager. En tanto, si bien las bandas contaban con algunos equipos, el sonido y microfoneado fue posible gracias a que el padre de Gabriel Gómez, amigo rocker de la troupe, que era presidente del Club Altense, les consiguió micrófonos Philips y algunas cositas más con las que contaba el club de básquet local. Párrafo aparte para Pepe Ortega y su papá, quien fue el que trasladó todo con su Estanciera.

Si bien este texto es un refrito que ya hemos utilizado el año pasado, para este aniversario redondo les compartimos dos fotos que Pablo Reina (uno de los hijos del recordado Roberto Reina) nos cedió. Se trata de instantáneas de Iguana en blanco y negro.

Iguana.

Si bien “no todo tiempo por pasado fue mejor, mañana es mejor”, qué importante es escarbar en nuestra historia musical-cultural. Todavía hay mucho por hacer.

Larga vida al rock rosaleño.

Por Javier Tucci.