Es el último intendente peronista que tuvo Coronel Rosales. Ejerció el cargo desde 1995 hasta 2003. En 2011 volvió a postularse, pero los más de 9mil votos no alcanzaron para recuperar “el sillón de Gericke”. También fue Director de Servicios y concejal del PJ. A los 73 años, Jorge Osvaldo Izarra, “El Vasco” o “El Pelado”, admitió que a veces piensa en volver a la arena política partidaria.

En un extenso diálogo con el programa Punta Noticias Radio (lunes a jueves de 7 a 9hs. por 97.5MHz), el caudillo peronista rosaleño no dejó tema sin analizar.

A continuación, algunos textuales de la nota completa que puede escucharse arriba:

“Es muy difícil despegarse de lo que uno estuvo haciendo toda la vida. Los contactos están, las charlas están. Las consultas están. Cuando llega algún funcionario a Punta Alta me llaman y nos ponemos a charlar de la realidad de nuestro distrito”.

“La problemática actual es muy diferente a la que me tocó vivir a mí siendo intendente en 2001. Hoy hay una gran contención social que llega a los municipios desde Nación o Provincia”.

“Hoy existe una ayuda social, más allá de que algunos critiquen a los planeros, aunque mucho no podemos criticarlos acá. El otro día escuchaba que alguien decía que Punta Alta es la ciudad de los planeros vip”.

“A mí me tocó gobernar con Menen presidente, Ruckauf gobernador y la época de la Alianza Hoy es lindo contarlo porque uno tiene la satisfacción de haberla peleado con todo, como el Quijote contra los molinos de viento, porque pesaba más el conurbano que un intendente de un distrito como el nuestro”.

“Nosotros teníamos dos talleres, uno en el corralón de Tucumán  y otro en 12 de Mayo. Así teníamos dividida la ciudad para la prestación de servicios. Y los talleres trabajaban para que los vehículos estén en condiciones”.

“En 1995 Osvaldo Rigoni fue el intendente electo y falleció antes de asumir. Yo era primer concejal electo de la lista. Pero hasta que todos comprendieron que me correspondía el cargo la metralla opositora en los medios de comunicación de la época  fue constante”.

“A veces me han preguntado. Uno siempre está dispuesto. No voy a obligar a nadie a hacer o dejar de hacer. Sabemos cómo son las posiciones políticas. Algunos interpretan que uno puede servir o no. Si me llaman y me preguntan yo contesto y explico. No me interesa hablar de atrás y criticar. Después en las elecciones se ven si lo que se hace tiene aprobación o no”.

“A veces me dan ganas de volver porque no puede ser que no se puedan arreglar ciertas cosas. Pero otra veces pienso que ya tuve la oportunidad en 2011 para que la gente de Coronel Rosales viera que éramos distintos y que teníamos una posibilidad cierta de cambiar cosas que con el tiempo se cayeron solas. En 2011 tuvimos una buena elección pero no ganamos”.

“Nunca me han invitado los concejales o del partido y no quiero ir a meter la cuchara como quien dice. Seguramente si yo voy tengo cosas para decir para bien no para mal porque no se trata de criticar sino de construir”.

“Con Hugo Starc no compartiría un programa porque hubo mucho odio de su parte y es muy difícil que lo admita y no decirle las barbaridades que se hicieron y dijeron. Nosotros con mi familia tuvimos que ir a juicio por todas las calumnias que dijeron”.

“El peronismo de Coronel Rosales está muy reducido, no está con todos los sectores adentro. Ante la situación de tener pocos votos y pocas posibilidades de ganar lo importante sería tener un poco de amor propio y ampliar, hacer algo entre todos para ver la realidad y a donde se puede llegar recorriendo caminos que sirvan. No es fácil. Una cosa es hablarlo y otra hacerlo. Pero están dadas todas las posibilidades y depende de quienes tiene la responsabilidad de conducir el PJ. Sería un gran acto, pero no estoy para obligar a nadie ni pretendo hacerlo”.