Sin estridencias. Sin mensajes políticos partidario ni mucho menos proselitistas. A pesar del fuerte viento, del calor agobiante y de los mosquitos. Carteles y banners explicativos. Imposición de manos. Con una luna llena que parecía disfrutar del espectáculo junto a la gran cantidad de público que transitó o permaneció en el lugar convocante y emblemático de los rosaleños, el pórtico de la Plaza General Belgrano.

Organizado por la Multisectorial Cultural recientemente creada en protesta por el desfinanciamiento de los emprendimientos culturales contemplados en la denominada Ley Ómnibus que se debate en el Parlamento, en el espectáculo callejero se desarrollaron, sin solución de continuidad y con una organización aceitada junto a un sonido de calidad, diversas expresiones musicales, teatrales, coreográficas y literarias. Todo, absolutamente todo, autofinanciado, por si las moscas…

La batería de actividades que consumió cuatro horas ininterrumpidas se inició con el canto lírico, continuó con el baile caporal y terminó con melodías traperas de fusión. Hubo para todos los gustos, desde zambas y chacareras, salsa y ritmos caribeños, lectura de poemas, danza contemporánea, stand-up y clowns, canciones de rock nacional y mucho más. Dos momentos altamente emotivos: la lectura emocionada de un capítulo de su novela de la escritora Loreley Liberati –referido a un drama familiar ocurrido durante la época negra del gobierno militar- y la interpretación, también emotiva- del Himno Nacional Argentino en la guitarra eléctrica de Eduardo “Manzana” Anabitarte.

Paralelamente hubo suelta de libros y suscripción de socios para la Biblioteca Juan Bautista Alberdi.  No obstante, desde la Radio Abierta se aclaró, como corresponde, que toda esta movida cultural, si bien demostró un espíritu festivo y una efervescencia que adelanta futuras actividades, es decididamente una protesta por el avasallamiento a las artes, la cultura argentina.

La Multisectorial de la Cultura cumplió, en tiempo récord y con el esfuerzo y trabajo de artistas y gestores culturales con dar el primer paso para resistir el avasallamiento a nuestra identidad. No se calló y salió a la calle. Y vamos por más…

Por el Lic. Sergio Soler. Escritor. Traductor. Docente universitario.