Los efectivos de las fuerzas armadas montaron en cólera al cierre de la semana pasada tras comprobar que el incremento salarial prometido por el ministerio de Defensa en noviembre, por efectivizarse en los meses de enero y febrero, será menor a lo esperado.

Mediante una resolución conjunta de las carteras de Hacienda y Defensa, el Gobierno concretó a medias la promesa que había hecho de mejorar 10% los salarios, con subas del 5% en enero y 5% en febrero. Del dicho al hecho, esta vez quedó un trecho.

La resolución conjunta 6/2018 del jueves pasado fijó los haberes mensuales con una mejoría del 4,10% para enero, y otro 4,10% para febrero. Las planillas administrativas que circularon por las dependencias castrenses advertían que los haberes mensuales, remunerativos y no remunerativos, aumentarán, a febrero, 8,2%, en vez del 10% comprometido.

Si bien cada escalafón militar está sujeto a diversas variables que modifican la retribución neta, un suboficial mayor, que en diciembre tenía una remuneración bruta de $ 66.212,24, en enero pasó a tener $ 69.102,89 y en febrero alcanzará $ 71.642,25. Esto implica una progresión del 8%, dos puntos exactos por debajo del compromiso del Gobierno.

Advertidos del recorte, los militares pidieron explicaciones a los encargados de la caja ministerial, sin mayores ecos. Este diario pidió un comentario al equipo del ministro de Defensa, Oscar Aguad, que en estas horas concentra su atención en la declaración que prestará en Tribunales en la causa Correo Argentino tras ser imputado por administración fraudulenta y negociaciones incompatibles. No hubo respuesta respecto al reclamo que atraviesa a las capas castrenses.

La queja por los haberes reabre una etapa de crispación que encendió alarmas en julio cuando los militares se negaron a realizar el tradicional desfile militar del Día de la Independencia, molestos por la magra paritaria del 8% que la Casa Rosada mantuvo hasta iniciado el segundo semestre. Entonces Macri intervino y elevó el piso al 15% con el compromiso de recomponer suplementos para animar los bolsillos de soldados, marinos y pilotos.

En noviembre, Defensa anunció la entrega de una suma fija de $ 5000 pagada con el medio aguinaldo, más un 5% para enero y otro monto igual en febrero, un día después que Patricia Bullrich hiciera lo mismo con las fuerzas federales de seguridad.

Menor despliegue en el territorio. Los militares vienen acumulando bronca por el fuerte recorte que hubo para este ejercicio en las partidas dedicadas al gasto operacional.

Según trascendió, el Ejército tendrá recursos para movilizarse a la mitad de lo que disponía en 2018, mientras que la Armada también tuvo un recorte en las horas de navegación. La Fuerza Aérea, en tanto, se espera que no supere las 11.000 horas de vuelo, lo que ya es poco.

Asimismo, las jerarquías de cada fuerza definieron extender el período de vacaciones para tener menos gente en los cuarteles.

Los ejercicios, con excepción de las pocas maniobras aprobadas con el Congreso con fuerzas extranjeras, por $ 444 millones, también se verán acotadas.

El personal enviado a misiones de paz apenas se encuentra respaldado con partidas, pero no así -al momento- el viaje anual de instrucción de la Fragata Libertad.

Fuente: El Cronista