Para entender al sujeto político en épocas de redes sociales, hay que tener en claro el valor de las fotos para su plataforma. Pero saquémonos de la cabeza el modelo del figurón que se apropiaba de eventos ajenos con un clic, o el del demagogo con bebé a upa que fomentaba el prejuicio de la política como forma de trepar antes que como servicio.

La foto en redes sociales es un recurso necesario para visibilizar acciones, reuniones, alianzas en las que el lector ni se molesta en reparar cuando consume un portal de noticias. La atención es, fue y será para policiales, deportes y farándula.

Al saber que no influye en la opinión pública, para todo político regional la foto se trata de enviar un mensaje individual en sentido vertical.

Esas son las dos palabras que definen los armados territoriales desde que la crisis de 2001 rompió a los partidos tradicionales. Agrupaciones de dos integrantes, movimientos importados del conurbano que en el interior no gravitan, vecinalismos con ideales de una comisión de sociedad de fomento; el parecer antes que el ser. Como decía Guy Debord en La sociedad del espectáculo, texto base para entender los comportamientos en épocas audiovisuales, la historia de la vida social se puede entender como la “declinación de ser en tener, y de tener en simplemente parecer”.

-No se puede hacer política sin un padrino arriba-, es lo primero que te dicen. No hay soluciones que se puedan / sepan generar desde acá, desde las bases. Para todo se depende de la lapicera del referente seccional y de su billetera o influencia en las cúpulas de turno. Muchas veces, las agrupaciones locales son buenos peones para hacer presión en su favor a nivel nacional (para luego dejarlos librados a su suerte); otras, para mostrar un armado que le servirá ¿para qué? Sí, para la foto.

Hay una fórmula que no falla, y con la cual te vas a dar cuenta a quién va dirigida la fotito. Si el encabezado es “estuvimos reunidos / productiva reunión de trabajo con”, es porque no se hizo nada. Café, mate, facturas, promesas.

La culpa es tuya. Hacete cargo. Mucho meme, mucho reel y mucho streaming sin moverte de la cama. Hacete cargo de que te olvidaste que a la agrupación X la trajo quien hoy es parte de Y; que el impulsor de Y tiene un puesto dentro de X; que no podés nombrar a más de tres concejales, y que votar siempre fue una molestia entre ir a tirarte a tomar mate en la playa o mirar el clásico del domingo. Esa desatención no se limpia escupiéndoles que son una casta, o que se deliran tus impuestos. Si esos lugares comunes te dejan tranquilo, allá vos.

Pero hay una solución. Requiere un poco de esfuerzo, sí, pero te vas a acercar al ser y a alejar del parecer que ves en las redes. Si no te gustan las fotos vacías, pegate una vuelta por la institución que más te guste en la ciudad y mirá quiénes están trabajando en esos espacios, ad honorem, la mayoría de las veces sin socializarlo -porque no hay tiempo o se olvidan de la foto-. Esa es la gente que va a sacar esto adelante. Porque las cosas nunca cambian echando 20 centavos en la ranura y esperando el clic; el cambio se hace -lo hacemos- de manera colectiva y horizontal.

Por Pablo S. Scarpaci. Presidente de la Asociación Cultural Alberdi. Referente de CReamos, Cultura Rosaleña, colectivo de gestión cultural. Licenciado en Letras. Editor. Docente.